Mal de Ojos, presentó su nueva edición en la UNER
La revista mal de Ojos, producida por docentes y alumnos del Taller de Producción periodística, de la carrera en Lic en Comunicación Social, presento su edición N 9.
El proyecto de extensión, periodismo en la Universidad y la Escuela Secundaria, Mirar fuerte a los temas que nos comprometen, titulada, Jóvenes en tensión de consumo problemáticos, de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), debatió sobre el consumo de drogas por jóvenes.
Quien presentó el panel fue Aixa Boeykens, directora de la revista, comenzó diciendo que la intención de trabajar sobre este tema, al principio no fue fácil, porque querían evitar caer en rótulos, en ideas de lo que siempre se dice, ir un poco más allá. “Lo que nos preocupa muchísimo, desde el lugar de la Universidad, es como esto va diariamente modificando nuestra calidad de vida, desde este lugar, queremos trabajar para modificar esto y no aceptar como Natural”. Cuando el relog marcaba las 15:53 .El Primero en hablar fue el defensor del pobre y el menor. Pablo Barbirotto, comenzó diciendo que en la sociedad actual hay una fuerte relación entre el delito y la droga, esta percepción se hace más fuerte, cuando hacemos referencia a menores de 18 años de edad, lo cierto es que no se ha podido establecer que tipo de relación existe entre uno y la otra. “La pregunta que debemos hacernos como sociedad adulta y responsable es: primero es cómo un chico de 11, 14, 15 años puede conseguir alcohol. Y la segunda cómo a esa edad puede conseguir rivotril, clonazepan y todos esos psicofármacos que se venden bajo recetas archivadas. La respuesta es sencilla, en la mayoría de los casos siempre hay un adulto detrás que intenta aprovecharse de esta situación de vulnerabilidad buscar el negocio ante esto.” La iniciación de los chicos a corta de edad se produce en los mismos barrios donde viven, una cuestión que antes no ocurría. El narco antes en el mismo barrio donde vivía no vendía. Y los chicos del barrio defendían al barrio de la acción delictiva de los de afuera. Nunca se le ocurriría robar en su vecindario. Hay hoy una ruptura de código: el narco vende dentro del barrio y el chico a consumir, empieza a cometerse este tipo de hecho. Hasta hace años atrás era impensado que chicos menores de 18 años estén involucrados en el negocio de la distribución de las redes de distribución de drogas. Son los delitos más violentos, se dan por la pelea por el territorio, por haberse quedado con un vuelto, por ir escalando en las jerarquías en la organización de las ventas de drogas. Son los más violentos porque siempre están relacionados a armas y siempre hay un homicidio o herido de gravedad. Esto afecta o impacta con más fuerza en los sectores más frágiles vulnerables de la sociedad. Barbirotto culminó diciendo “Lo cierto es que el Derecho Penal interviene cuando el resto de las instituciones que debieron haber visualizado o resuelto el problema no lo hicieron. Entonces la justicia penal interviene de una forma unidimensional cuando debería haber sido un enfoque pluridimensional. Porque pretender resolver un problema de salud mental, un problema social, con el código penal, no solamente es inútil”. Luego fue el turno de Mónica Olivera, madre del barrio Lomas de Mirador II, comentó como lucho con su hijo menor, no se había dado cuenta que consumía, sino que fue su hijo mayor le dio aviso. La madre relato “Siempre estaba perfecto cuando yo llegaba, lo qué paso es que yo trabajaba doce horas. Entonces el chico tenía que ir a la escuela y allí si vos no sos como ellos perdes ese sentido de pertenencia.”.
Quien presentó el panel fue Aixa Boeykens, directora de la revista, comenzó diciendo que la intención de trabajar sobre este tema, al principio no fue fácil, porque querían evitar caer en rótulos, en ideas de lo que siempre se dice, ir un poco más allá. “Lo que nos preocupa muchísimo, desde el lugar de la Universidad, es como esto va diariamente modificando nuestra calidad de vida, desde este lugar, queremos trabajar para modificar esto y no aceptar como Natural”. Cuando el relog marcaba las 15:53 .El Primero en hablar fue el defensor del pobre y el menor. Pablo Barbirotto, comenzó diciendo que en la sociedad actual hay una fuerte relación entre el delito y la droga, esta percepción se hace más fuerte, cuando hacemos referencia a menores de 18 años de edad, lo cierto es que no se ha podido establecer que tipo de relación existe entre uno y la otra. “La pregunta que debemos hacernos como sociedad adulta y responsable es: primero es cómo un chico de 11, 14, 15 años puede conseguir alcohol. Y la segunda cómo a esa edad puede conseguir rivotril, clonazepan y todos esos psicofármacos que se venden bajo recetas archivadas. La respuesta es sencilla, en la mayoría de los casos siempre hay un adulto detrás que intenta aprovecharse de esta situación de vulnerabilidad buscar el negocio ante esto.” La iniciación de los chicos a corta de edad se produce en los mismos barrios donde viven, una cuestión que antes no ocurría. El narco antes en el mismo barrio donde vivía no vendía. Y los chicos del barrio defendían al barrio de la acción delictiva de los de afuera. Nunca se le ocurriría robar en su vecindario. Hay hoy una ruptura de código: el narco vende dentro del barrio y el chico a consumir, empieza a cometerse este tipo de hecho. Hasta hace años atrás era impensado que chicos menores de 18 años estén involucrados en el negocio de la distribución de las redes de distribución de drogas. Son los delitos más violentos, se dan por la pelea por el territorio, por haberse quedado con un vuelto, por ir escalando en las jerarquías en la organización de las ventas de drogas. Son los más violentos porque siempre están relacionados a armas y siempre hay un homicidio o herido de gravedad. Esto afecta o impacta con más fuerza en los sectores más frágiles vulnerables de la sociedad. Barbirotto culminó diciendo “Lo cierto es que el Derecho Penal interviene cuando el resto de las instituciones que debieron haber visualizado o resuelto el problema no lo hicieron. Entonces la justicia penal interviene de una forma unidimensional cuando debería haber sido un enfoque pluridimensional. Porque pretender resolver un problema de salud mental, un problema social, con el código penal, no solamente es inútil”. Luego fue el turno de Mónica Olivera, madre del barrio Lomas de Mirador II, comentó como lucho con su hijo menor, no se había dado cuenta que consumía, sino que fue su hijo mayor le dio aviso. La madre relato “Siempre estaba perfecto cuando yo llegaba, lo qué paso es que yo trabajaba doce horas. Entonces el chico tenía que ir a la escuela y allí si vos no sos como ellos perdes ese sentido de pertenencia.”.
Lo primero que quiso fue hacerlo internar pero con la nueva ley de salud mental fue imposible porque el chico tiene que decidir y él nunca se sintió enfermo. Trato todos los caminos. Y ante la negativa le permitió, frente a la circunstancia de que lo maten, que consuma en su casa, porque iba a ir preso.
“Fue muy duro para mí. Y esencialmente lo que logré con él fue sacándolo del barrio, Lo mandé a la otra punta de la ciudad. Mi hijo hoy tiene trabajo, estudia. Hoy estoy orgullosa de él”. Finalizo diciendo la madre.
A las 16:14 fue el turno de Nora Mian, directora de la Escuela Guadalupe del barrio La floresta y vicerrectora de la escuela Bazan y Bustos, dijo que Hay que recorrer territorio para analizar lo que es para un adolescente el estar en contacto con la droga, y su relación con el trabajo académico, su relación con la escuela, la adquisición de conocimientos y su futuro proyecto de vida
Además comentó que el 40 o 50 % de los alumnos tiene o ha tenido contacto con las drogas. Por ello, dio cuenta de cómo los estudiantes se animan a comentar todo lo que sabe sobre la venta de sustancias ilegales y de la “naturalización” que existe. “Hay muchas familias ausentes”, explicó. Y planteó como desafío que desde las escuelas tratemos de contrarrestar esto con mensajes esperanzadores.
José Amado periodista del Uno Entre Ríos, tomo el micrófono cuando eran las 16:23 empezó por el lado de los números; o una estadística que yo va llevando, en un cuaderno porque conseguir estadísticas en esta provincia es casi imposible y lo que mas o menos llevo son los homicidios ocurridos este año en Paraná, lo que me dejó unos datos que me preocupan y que noté diferencias respecto a los años anteriores que tiene que ver con la edad de las personas que han participado en estos hechos violentos. El promedio de edad de las personas que murieron en homicidios es de 26 años y el promedio de edad de los acusados en estos delitos es de 20 años. Nos encontramos con chicos de 13, 14, 15 y 16 involucrados, imputados y también muertos en estos hechos de violencia de los 14 ocurridos en Paraná en lo que va el 2015.Todos hechos ocurrieron entre conocidos, hay ideas instaladas en medios porteños que tienen que ver con los homicidios en ocasión de robo.
“Los periodistas vamos muy poco a los barrios cuando ocurren hechos de sangre. No solemos ir todos los días. Las madres cuentan los pormenores de estos casos” finalizo Amado.
A las 16:36 tuvo la palabra Mario Elizalde, el titular de (SELCA) Secretaría de Lucha contra las Adicciones de Entre Ríos ;hizo referencia a las acciones que realiza el Estado en los ámbitos educativos en relación a la prevención de la drogodependencia, como profesional de la medicina, criticó a las comunidades terapéuticas que las considera un negocio. contó que En lo 90 las comunidades terapéuticas fueron un negocio fabuloso. Es una comunidad de aislamiento que al cabo del tiempo que fuera necesario te devuelvo a tu medio donde la igualdad de pares condena nuevamente a este chico que regresa a su entorno. Lo matamos.¿Cuál era la inversión que sus dueños hacía en ella? En una comunidad chiquita con 10 personas internadas, apenas había un psicólogo dos veces a la semana, un enfermero que le tomaba la presión, si se enfermaba se lo mandaba al hospital, y después trabajaban en oficio. Al año y pico volvía a su casa. Un negocio redondo Asimismo, explicó que “las sustancias generan alteraciones en la relación tiempo y espacio. Y vinculó el inicio del consumo en drogas ilegales a partir de las legales. “El 55 % de los chicos de primaria toma alcohol y la mayoría fue incitado por un pariente cercano”.culminó Elizalde, dando inicio al debate…
Palabras y más pabaras
Elizalde respondió ante la pregunta de un asistente, respecto la legalización de consumo de mariguana en Uruguay dijo que en Argentina nos equivocamos con la libertad del tabaco, del alcohol y de los medicamentos. No nos podemos equivocar con las sustancias.La ley 23737, de estupefacientes de la argentina, no penaliza el consumo de ninguna sustancia. La droga nunca tuvo penalizada. Pero es una ley inútil porque establece que la tenencia para comercialización es lo que se castiga. La tenencia para uso no. Entonces es una ley tan ambigua que permitió tanto muchos fallos donde lo que hacía el juez era aplicar la ley vigente. Tiene para consumo personal, señor, siga su camino. El Adicto es aquel que depende de un objeto innominado para ser o ser, si la cocaína está soy, sino está no soy una persona intoxicada o en abstinencia, dos situaciones extremas de salud, tiene que estar en un hospital no en una comunidad terapéutica; en El hospital, el médico tiene que estudiar adicciones, la enfermera también, el bioquímico también Cuando no tiene estas situaciones de riesgos en salud, tiene los hospitales de día, los consultorios externos, las comunidades abiertas.
Ante el aporte de una asiste, diciendo que no hay asistencia En Paraná, no hay.
El secretario respondió Hay hospitales para la asistencia, en aquellos que tienen salud mental, hospital san martín, centro de salud Newbery y Antonio roballos a Medina. Hay dirección de salud mental dentro del ministerio de salud y finalizo diciendo
Soy ministerio de educación no salud. Debería estar alguien de salud. Nuestra secretaria diseña programas preventivos en distintos órdenes.
Liz Matorras
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