lunes, 4 de mayo de 2015

Crónica informativa sobre el panel del 27 de abril

  
ANÁLISIS DIGITAL
27/04/2015  

   Se realizó un panel para presentar la revista Mal de Ojos en el auditorio Rodolfo Walsh

   Se criticó la falta de responsabilidad del Estado para enfrentar el problema de adicciones a las drogas

  Por Lucila Manzo

   En el marco de la Edición N° 9 de la revista Mal de Ojos hoy se llevó a cabo un panel en la Facultad de Ciencias de la Educación, donde se analizó cómo afecta el consumo y venta de droga en jóvenes y adolescentes de la ciudad de Paraná y Santa Fe. La publicación es realizada por el Taller de Producción Periodística, donde se exponen los informes periodísticos de los estudiantes del Taller.

Boeykens, Amore y Palacios abrieron el panel
    Entre los panelistas estuvieron presentes el defensor de pobres y menores, Pablo Barbirotto; el titular de la Secretaría de Lucha Contra lasAdicciones (SELCA), Mario Elizalde; directora de la Escuela Guadalupe del barrio La floresta y vicerrectora de la escuela Bazan y Bustos, Nora Mian; madre y vecina del barrio Lomas del Mirador de Paraná, Mónica Olivera y el periodista del diario UNO de Paraná José Amado. El eje central estuvo puesto en la necesidad de llevar a cabo una política de Estado que se comprometa a intervenir en el problema del consumo y venta de droga y en concretar un protocolo de acción para la prevención o intervención en adicciones.
  
    Protocolo de Acción
                     
Barbirotto pidió que el Estado intervenga a través de un protocolo
      Barbirotto pidió que el Estado intervenga

   El primer expositor fue el defensor, que planteó que hay trabajar en un protocolo para enfrentar el problema de adicciones, como se trabajó en el de abuso sexual, que ha dado excelentes resultados, donde cada una de las instituciones asume su responsabilidad desde el rol que le corresponde para que se sepa cómo actuar ante esta situación, y consideró que deben tomar cartas en el asunto tanto el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF), como el sistema de salud integral y la justicia. Las  instituciones por si solas no van a resolver nada, es necesario que trabajen en forma conjunta, si una falla se podrá detectar mejor donde está el problema.
    Barbirotto remarcó la necesidad de que el Estado actúe de manera urgente, para brindarle tratamiento a los chicos, desde la Protección Integral de los Derechos del Niño y del adolescente y principalmente del derecho a la salud. Puntualizó que, “la sola criminalización de esta conducta por el sistema penal, sin un sistema de salud, sin una protección de derechos fuertes con financiamiento acorde para la intervención que deben dar no va a resolver absolutamente nada”. El defensor aclaró que el Derecho Penal interviene cuando el resto de las instituciones que debieron haber visualizado o solucionado el problema no lo hicieron. Por eso, consideró que pretender resolver un problema de salud mental, un problema social, con el Código Penal no solo es inútil sino una locura.
  Otro de los temas que abordó fue el de la delincuencia juvenil relacionada con el consumo de drogas en menores de 18 años y caracterizó los distintos tipos de delitos. Además criticó a las estadísticas y los medios de comunicación por establecer una ecuación casi perfecta entre droga, juventud, pobreza igual a delito, porque no puede existir una sustancia psicoadictiva que pueda provocar efectos para cometer delitos. Aclaró que existen personas que se drogan y no cometen delitos y personas que no se drogan que los cometen.
   El reclamo de dos madres
   La profesora Nora Mian también señaló la importancia de que se trabaje desde los organismos responsables, y añadió: “Hay que generar lugares de atención a los chicos porque se mueren como moscas y son los anónimos”. Explicó que hoy en día más del 50% de la población estudiantil tiene o ha tenido contacto con la droga, y en los barrios donde trabaja además de la droga existe el delito para consumir, para pertenecer y resignificarse. Asimismo, destacó reiteradas veces, con el fin de centrar la mirada del público, que tanto en las escuelas como en los barrios se saben quiénes son los que venden y nadie hace nada, incluso la droga se ha trasladado a todos los ámbitos, no es algo que se instala sólo en los barrios marginales y queda ahí.
  La directora agregó que no comparte la idea de bajar la imputabilidad frente al delito, sino que se debe trabajar desde otros lugares. De este modo, sostuvo que es difícil encontrar un lugar de ayuda y que la internación no es la mejor solución. Además insistió que desde las escuelas tratan de contrarrestar esto con un mensaje esperanzador de que se puede salir y hacen todo lo humanamente posible.
  El relato que más conmovió al público fue el de la madre Mónica Olivera, que contó la historia de su hijo que consumía marihuana. Expresó con melancolía que no le faltaba nada, es más estaba sobrado de todo, tenía una buena constitución familiar, y comentó con enojo que los que le venden droga a los chicos buscan la vulnerabilidad del sujeto. En un primer momento se lo incentivó por el sentido de pertenencia del barrio, y así es como se los logra captar.
  Mientras continuaba con el relato, con un nudo en la garganta dijo que, “fue muy difícil, muy duro para mi darme cuenta porque yo cuando tenía mis hijos chicos decía cómo puede ser que el padre de un adolescente no se den cuenta. Bueno, yo no me di cuenta. Mi hijo me la disfrazaba”. Para concluir contó que logró sacarlo del barrio y su hijo hoy trabaja y estudia, y agregó que no es un hecho ajeno que le puede pasar a cualquiera. Por último, pidió que los distintos organismos del Estado intervengan de manera urgente.
  
      El rol pasivo del Estado
                               
Amado señaló que estamo ante un Estado bobo
         El periodista José Amado, se refirió a que el rol del Estado y las fuerzas policiales es pasivo, y puntualizó que frente a este contexto estamos ante un “Estado bobo”, porque si se vende droga frente a la comisaría en Paraná es evidente que hay un Estado que no actúa, por no decir que pueda existir cierta complicidad. Remarcó lo que Mian decía, que todos saben en cada barrio quienes son los que venden y quienes le dan protección. Invitando a reflexionar al público enfatizó: “Es importante no juzgar a ninguno de estos actores que aparecen, porque todavía no se sabe bien de qué se trata todo esto, por lo tanto, al único que podemos juzgar es al Estado, que merece las mayores críticas cuando falla”. Consideró que se necesita mucha investigación, escuchar a estos pibes, incluso al que vende droga en el barrio para no caer en el sentido común y estigmatización, porque cada lugar tiene su particularidad, así como los barrios de Santa Fe no son los mismos que los de Paraná, cada lugar tiene su historia, su problemática diferente, aunque el drama actual sea el mismo.
  Otro dato importante que abordó el periodista tiene que ver con la edad de los chicos que cometen actos delictivos en la ciudad de Paraná, destacó como un hecho preocupante, respecto de años anteriores, que el promedio de edad de las personas que murieron en homicidios es de 26 años, y el de los acusados en estos delitos es de 20 años y menores de edad. Están involucrados e imputados chicos de 13, 14, 15 y 16 años, que también han muerto en estos hechos de violencia. Destacó que disputas territoriales hubo siempre en los barrios, el problema más grave es que los chicos ahora están armados. Acá es donde entra en escena un nuevo protagonista “el soldadito”, un chico excluido del sistema educativo, laboral, familiar, preso del consumo de droga, carne de cañón de los narcotraficantes, que utilizan a estos chicos por el tema de la baja imputabilidad.

   Un debate en discordia

Elizalde se llevó todas las miradas
      El momento de mayor tensión se vivió cuando expuso el director del SELCA, Mario Elizalde, que evitó hablar del tema y subrayó la necesidad de que se intervenga desde el ámbito de la salud en el tema de adicciones, se deben capacitar a médicos, psicólogos y enfermeros para que sepan como tratar estos casos. Consideró que es necesario incorporar como cátedra la prevención en adicciones en la carrera de psicología y medicina. Este estudio impulsado por el SELCA se llama Encuesta Nacional de Conocimiento a los Estudiantes de Enfermería y Psicología sobre Adicciones (ENCEPEA), que abarca a 27 universidades, el mismo consiste en una encuesta con tres bloques general, uno es un ejercicio clínico sobre qué hacer en un caso concreto y en el último se pide que se establezca un orden de prioridad frente a problemas común.
   En oposición a lo que dijo el defensor, el titular considera que las comunidades terapeutas no han dado buenos resultados sino que estos chicos necesitan internarse en hospitales, por eso cree que la Ley de Salud Mental está muy bien. Haciendo una breve marcación a la intervención terapeuta explicó que, “en los 90’ las comunidades terapeutas fueron un negocio fabuloso. Te meto preso en una comunidad de aislamiento, te someto a una rutina cuasi militar y al cabo del tiempo que fuera necesario te devuelvo a tu medio donde la igualdad de pares condena nuevamente a este chico que regresa a su entorno. Lo matamos”. Mientras hablaba, la madre y la profesora murmuraban enojadas.
   Hubo varias interrupciones cuando habló Elizalde, algunas voces críticas, y se contempló en el auditorio un clima de enojo y nerviosismo. El defensor intervino diciendo que ningún chico ni sano, ni teniendo problemas de adicción va a pedir una internación, salvo que ingrese a la residencia cuando está amenazado de muerte, pero sino no quiere ir. Apuntando una indirecta contra el director dijo que cuando le pregunta a un médico o psicólogo qué hacer en estos casos no le han dado soluciones, y no comprende cómo van a tratar con un chico con problema de adicción sino considera que está enfermo, al menos que se encuentre en una situación extrema.  Barbirotto vuelve a reiterar la necesidad de un protocolo para enfrentar esa problemática, y cree que debería sumarse la educación a ese protocolo, para empezar a tomar conocimiento de la situación. En el auditorio se sintió un murmullo y voces a favor y en contra de las distintas posturas de los expositores.
   También irrumpió la exposición del titular la directora de la revista y moderadora del panel Aixa Boeykens, haciendo alusión a lo mencionado por Elizalde dijo que es necesario que se tome una política de Estado seria, se tiene que investigar quienes son los narcotraficantes, no podemos mirar para el costado, porque son los niños los que están en juego. Atribuye las responsabilidades a los políticos y considera que cada uno debe asumir su función desde el lugar que le corresponde, no se puede dejar este problema sin resolver.
  Por último, cuando terminó de exponer el director se armó un debate sobre la legalización de la marihuana en Uruguay, hubo voces a favor y otras en contra, y distintos aportes del público. También se habló de la Ley 23.737, de Tenencia y Tráfico de Estupefacientes en Argentina, una discusión que captó la atención del público y generó un amplio debate.

   Sobre la apertura del panel
   Abrieron el panel dos estudiantes del Taller de Producción Periodística, Nahuel Amore y Paulo Palacios, que escribieron algunos informes periodísticos de esta nueva edición de la revista, donde dan a conocer las voces de los adolescentes, los jóvenes, los vecinos y los profesionales que están involucrados en el tema. Por su parte, Amore se refirió a las fuentes de información que necesitaron para hacer esta producción, y Palacios abordó la problemática del consumo dándole voz a los jóvenes y adolescentes que padecen adicciones.










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